Quizá el título, atrevido porque en lo relacionado con la educación hay muchísimo escrito y opiniones hay más de las escritas… Sin querer pontificar, te hago unas reflexiones ante este titular, que también podríamos modificar y dejarlo así: ¿Qué buscan, o deberían buscar, los padres en el deporte de sus hijos?
Creo que una idea de consenso es que los padres buscan para sus hijos lo mejor, un lugar donde puedan realizar una actividad a lo largo de la semana aprovechando el tiempo libre. Una actividad que además de aportar un crecimiento deportivo (en nuestro caso), les sea de ayuda en fortalecer los hábitos saludables y contribuya de modo equilibrado a su descanso y formación.
Hace tiempo, seguro que la habrás visto, circula por internet una imagen que dice de modo gráfico: de cada 1.000 niños que juegan a fútbol, sólo 1 llega a profesional; de cada 10.000 niños que juegan a fútbol, sólo 1 llega a jugar en una de las 50 mejores ligas profesionales; de cada 100.000 niños que juegan a fútbol, sólo 1 acabará jugando en uno de los 50 mejores clubs del mundo. Por eso, no podemos olvidar que primero personas…, después futbolistas.
Por otro lado, olvidar que la práctica deportiva, sin dejar de lado la competitividad –que es fundamental–, tiene un componente importante de diversión, es olvidarse de lo esencial.

Como ya he escrito alguna vez, la misma actitud que tomaríamos con nuestro hijo en el estudio, en sus juegos, es la misma que deberíamos tener en el deporte. ¿Si no le criticamos la estrategia en los videojuegos, ¿por qué lo hacemos en los partidos?
Aún así, no podemos caer en el “síndrome de la tarde llena”. Sabemos que tener un horario muy apretado y lleno de actividades significa que nuestro hijo hará muchas cosas, pero sólo por eso, no aprenderá a administrar el tiempo, necesidad muy importante. Si queremos que nuestros hijos crezcan en virtudes (esa consecución, ese esfuerzo por asimilar unos buenos hábitos), deben también experimentar, con un mínimo acompañamiento, la propia libertad; deben poder elegir su deporte favorito, el grupo de amigos… en caso contrario, puede ocurrir que, –cuando crezcan–, no sepan cómo divertirse sanamente.
Te dejo 6 ideas que te pueden servir para ver si ese club encaja con lo que buscas:
- ¿Hay un proyecto educativo? Ver los entrenamientos y las competiciones para valorar la importancia que se da a la formación, a la mejora personal (orden, respeto, fortaleza, autonomía, generosidad….), o bien como contraste, ver la importancia que dan al resultado. #QuererGanarSaberPerder.
- Preocupación por los estudios, se interesan por las notas, por el desarrollo académico de los chicos. ¿Hay posibilidad de realizar deberes con algún tipo de apoyo en el propio club, o bien, el propio horario de entreno facilita la realización de las tareas de mi hijo en casa?
- La familia, ¿cuántas reuniones hay con los padres? ¿Hay alguna actividad extra que favorezca el conocimiento entre familias? ¿Los padres ayudan o participan en la gestión del club?
- Valorar el importe de las cuotas, equipación, las instalaciones y su limpieza y sobretodo, la titulación, comportamiento y conocimientos de los entrenadores o coordinadores.
- Amigos, cercanía con el domicilio y facilidad del transporte o desplazamientos.
- Valorar la trayectoria deportiva del club, saber si habrá continuidad y hasta qué categoría.
Para terminar, si ya tienes claro que ese club o esa actividad es la que buscas para tu hijo, pero aún te asaltan a tí o a tu hijo alguna dudas, te dejo una cita interesante de “Magic” Johnson: “No preguntes qué puede hacer por ti el equipo. Pregunta qué puedes hacer tú por él”.