Todos compartimos que los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos. Y ello conlleva una gran responsabilidad, porque los valores que configuran nuestro carácter dependen en parte de esa formación.
Educar consiste en ayudar a que cuando sean ya adultos puedan ser independientes, autónomos y responsables, actuando como verdaderos “líderes de sí mismos” de acuerdo con sus valores, sus creencias, ideales, y proyectos personales y sociales, así como en su desarrollo profesional.
Para ello, es básico conseguir motivarlos. Los expertos distinguen tres tipos de motivación:
- Motivación 1.0: es la que nos impulsa a conseguir bienes para sobrevivir, así como regalos o premios.
- Motivación 2.0: es la que responde a recompensas –pagas, sueldo, etc.– y a evitar penalizaciones, centrándose fundamentalmente en los beneficios materiales, pero que no genera personas motivadas por cuestiones íntimas.
- Motivación 3.0: que se basa en la motivación intrínseca por parte de cada persona.
La automotivación o Motivación 3.0 nos induce a comprometernos con aquello que nos importa personalmente. Es como la fuerza vital que, por motivos o deseos intrínsecos, nos impulsa a explorar lo positivo, innovando de forma creativa y responsablemente, con autocontrol, y sin necesidad de que nos concedan premios o recompensas; que induce a desarrollar personalidades automotivadas y autodirigidas.
¿Cómo conseguir esa Motivación 3.0 en nuestros hijos en el deporte?
En primer lugar, permitiendo que escojan el deporte que quieren hacer y ayudándoles a razonar por qué hacen deporte. Los motivos pueden ser diversos: para pasarlo bien, para estar con los amigos, para estar en forma, para desarrollar sus capacidades físicas y talentos.
Pero el deporte también puede ser una fuente de Motivación 3.0 para los jóvenes. El deporte ayuda a adquirir competencias, que les ayudarán a rendir más, a desarrollar su autonomía y creatividad, a ser unos líderes. Al hablar de competencias nos referimos a empatía, compañerismo, integridad, sociabilidad, superación de dificultades, esfuerzo, ambición…
Despertar en nuestros hijos la ilusión por adquirir esas virtudes les hará volar mucho más alto de lo que hubiéramos pensado, porque la motivación para desarrollar sus capacidades saldrá de ellos mismos. Se verán líderes de su proyecto, con la autoestima de quien es consciente que ayuda a los demás, y serán autónomos, porque sabrán lo que quieren.
Líderes de su vida
Los líderes de sí mismos son personas que no necesitan motivarse con recompensas ni con reconocimientos, (regalos, sueldos, premios, etc.), pues el interés por ello no hace crecer la automotivación sino la dependencia y la generación de efectos negativos al buscar siempre recompensas cada vez mayores.
Por ello, en la formación de los hijos, hay que tenerlo muy en cuenta para que no generen adiciones, hábitos de comportamiento a corto plazo, o se hagan dependientes de los premios. Estas pueden ser algunas de las consecuencias de la motivación a base de recompensas:
- El desarrollo del egoísmo.
- La dependencia de hábitos viciosos.
- El condicionar el buen comportamiento social.
- El convertir sus actividades en hábitos negativos.
- El generar visiones a corto plazo.
- Y la eliminación de la Motivación Intrínseca o 3.0.
Por todo ello, los padres (con su ejemplo personal, sus palabras y explicaciones, así como con la forma de dirigir, mandar o suscitar las cosas que deben hacer los hijos) deben procurar el desarrollo de la automotivación, de forma que lleguen a ser realmente “líderes de sí mismos”. Para ello, resulta de especial importancia aspectos básicos como:
- El sentido de la propia vida. El motivo por el que se vive.
- La autorresponsabilidad en el planteamiento de deseos, objetivos, y formas de comportamiento
- La moral natural fundamentada en el aprecio a los demás, querer el bien para los demás y en el espíritu de servicio y ayuda a los demás.
- El desarrollo de cualidades o hábitos de comportamiento virtuosos tales como la generosidad, el espíritu de superación y esfuerzo, la constancia, la humildad, la profesionalidad, el autocontrol y la responsabilidad.
*FX Lasunción es fundador y director de Sports Quality International. Ingeniero, ex atleta, dirigente deportivo y asesor de instituciones públicas. Galardonado con la Orden Olímpica.